La existencia de un contrato en el arrendamiento de un inmueble es muy importante, ya que este establece las reglas, modo de uso, costos de mantenimiento, ajustes en el precio del alquiler y demás aspectos relevantes. Es por ello que la renovación es fundamental para proteger tu patrimonio.
En el artículo 2478 del Código Civil Federal establece que: Todos los arrendamientos que no se hayan celebrado por tiempo expresamente determinado, concluirán a voluntad de cualquiera de las partes contratantes, esto con previo aviso por escrito dada la otra parte con quince días de anticipación; ya que si existe un contrato previo y no se hace una terminación o restablecimiento de contrato pueden existir problemáticas tanto para el arrendador como el arrendatario como lo es: la tácita reconducción, que hace referencia a la renovación de un contrato sin que ambas partes tengan que volver a señalar su voluntad. Este puede ser un factor subjetivo, puesto que, al dar por hecho que un contrato continúa sin aviso previo, se facilita la realización de operaciones, también, es importante señalar que existe la parte negativa, la cual es mayor y conlleva nuevas responsabilidades hacía ambas partes; un claro ejemplo de ello podrían ir desde aumentos excesivos en la renta o tener relación jurídica con un inquilino poco responsable y como propietario, el tener que acudir a procesos largos y complejos.
